1/11/2012

ALBÓNDIGAS CASERAS


INGREDIENTES:

  • 2/4 partes de carne picada de TERNERA (600gr aprox.)
  • 1/4      "     "      "         "      "  CERDO (300gr aprox.)
  • 1/4      "     "      "         "      "  CORDERO (300gr aprox.)
  • 2 Cebollas grandes blancas
  • 6 Dientes de ajo
  • Unas rodajas de pan duro
  • Un chorreón de leche
  • 1 huevo
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 bote o lata de tomate triturado (700gr aprox.)
  • Aceite, harina, sal y azúcar.


ESPECIAS: Pimienta negra molida, cominos molidos, albahaca, cebollino, perejil, clavo y hojas de laurel.

ELABORACIÓN (para 6 personas):

Ante todo, no tener miedo a los cambios, si no os gusta el cordero, lo cambiáis por más cerdo. Si la ternera tampoco os hace chiste, pues podéis hacerlas con pollo y cerdo. Sea como sea, con carnes más prietas y menos grasas obtendremos unas albóndigas más compacta y duras. Con carnes más grasas como el cerdo, las albóndigas serán más jugositas y tiernas. A mi me gusta mezclar carnes pero vosotros podéis elegir y probar diversas combinaciones.

1) Peláis los ajos y los picáis junto al puñado de perejil lo máximo que podáis. Peláis las cebollas y las cortáis a rodajas más bien finas. Poned en un plato hondo o bol unas 5 rodajas de pan duro o del mismo día si no tenéis (incluso un puñado de pan rallado os vale) con un chorreón de leche suficiente para que el pan empape. Colocado todo esto en la encimera, sacad todo aquello que os falta: huevo, harina, especias etc.

2) En un bol grande, ensaladera o una encimera de cocina limpia volcamos toda la carne picada, si hay varios tipos vamos mezclándola como si juntásemos dos colores de plastilina. Si no os gusta mancharos las manos utilizad guantes de vinilo/nitrilo o dos cucharas en cada mano y os ayudáis con ellas. En la mezcla de carne añadís el ajo y perejil y removéis, después el huevo (dos si ese es pequeño) y el pan con la leche y volvéis a removerlo. Por último echáis un puñado de sal, dos pizcas de pimienta, un puñadito de cominos, otro de albahaca y cebollino. Lo removéis hasta que todo quede bien mezclado y uniforme.

3) Hacéis bolas de albóndigas con las masa lo mismo que haríais con plastilina para hacer una pelota; mejor que no superen el tamaño de una pelota de golf para que no queden crudas por dentro pero... si queréis de una vez a otra podéis cambiar el tamaño hasta que encontréis la medida que os guste. Si es importante para que se cuezan por igual, que en la misma preparación sean todas casi iguales. Vais dejando las albóndigas en una fuente plana o en una parte limpia de la encimera.

4) Ponéis en un plato grande o bandejita bastante harina para "harinar" vuestras albóndigas. Imaginaros que estais maquillando vuestra comida: una a una las hacéis rodar con ayuda de vuestras manos por encima de la harina hasta que parezcan "Alboóndigas Geisha". Las sacudís un pelín para quitar el exceso de harina y pasáis a la siguiente. Esta misma operación se puede hacer pasándolas antes por huevo y después por pan rallado; incluso omitir este paso, pero yo os recomiendo hacerlo la primera vez así.

5) Llenáis una sartén honda de aceite de girasol o ponéis una freidora si tenéis, a fuego fuerte. Una vez caliente echáis las albóndigas en grupos dependiendo de la sartén o freidora. Lo importante es que este lleno pero no se molesten entre ellas para poderse freir bien. Los que utilizáis sartén posiblemente les tengáis que dar la vuelta para que se frían por todos lados. Cuando ya estén morenitas (pero no mulatas) las retiráis y las ponéis en una fuente, plato o encimera limpia, sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

6) Cuando terminéis o mientras tanto si no os importa hacer dos cosas en l fuego a la misma vez; colocáis una olla honda en el fuego medio, le echáis como dos cucharadas grandes de aceite de oliva. Una vez caliente volcáis las cebollas cortadas con 6 hojas de laurel seco y las dejáis pochar hasta que estén blanditas; removedlo de cuando en cuando. Si veis que con el fuego medio se os ponen un poco doradas y no blanditas, bajadlo a fuego flojo. Una vez pochadas subís el fuego al máximo y echáis el vino blanco y las albóndigas, removéis bien para que mezcle todo. A continuación volcáis 4 vasos de agua, una vez vuelva todo a calentarse y hervir echáis el tomate triturado, un clavo y una cucharada de azúcar. Una vez revuelto e hirviendo bajáis el fuego flojo-medio durante 20 min. Mejor con una tapadera sobre-puesta para que no salpique la salsa.

Si os apetece, no le echéis tomate, o al menos muy poca cantidad y cambiarlo por más vino. Incluso, por vino tinto y os quedarán unas albóndigas en salsa estupendas.

7) Si habéis hecho las albóndigas con el tomate al servirlas ponedle unas hojas de hierba buena, da una imagen excelente y contraste de sabor muy agradable. Si sólo llevan vino un trocito de rama de romero fresco es ideal. Después acompañadlas en el plato de patatas fritas, arroz blanco, algo de pasta... Lo que os apetezca ese día. Y con todo esto ya estás listo para disfrutar y hechizar.




1 comentario:

Batmanjacs dijo...

Estoy gratamente sorprendido, no ya por la receta, sino más por la presentación del Blog y la foto del plato. Al verla dan ganas de hacerlo y comerlo.